Declaración de insolvencia de una empresa: en qué consiste y cómo tramitarla

Cuando escuchamos hablar de la declaración de insolvencia de una empresa es inevitable pensar en ella como una última opción cuando no es posible hacer frente a una situación de endeudamiento.

La reciente crisis económica y la pandemia por la Covid19 que hemos vivido ha multiplicado estas situaciones de dificultad económica para todo tipo de empresas, que no pueden asumir sus obligaciones de pago.

Es normal que surjan dudas:

¿Por dónde empezar a tramitar una declaración de insolvencia?

¿Qué requisitos hay que cumplir?

¿Cómo me afecta si soy socio o administrador de la empresa?

La declaración de insolvencia puede ayudar a tu empresa a salir de una situación de endeudamiento, recuperar su liquidez y mantener la continuidad del negocio.

Si es tu caso, en Antonio Almendros Abogados podemos ayudarte como expertos en insolvencias.

declaración de insolvencia de una empresa

Una situación de insolvencia se produce cuando el deudor no puede hacer frente a las deudas contraídas con acreedores y proveedores o bien a sus obligaciones de pago presentes o futuras.

Se trata de un estado patrimonial, provocado por la incapacidad para asumir gastos y pagar deudas por carecer de medios líquidos para hacerlo.

Hay distintos tipos de insolvencia:

En función del patrimonio de la empresa

Es posible que la empresa tenga patrimonio, pero no pueda cumplir con sus obligaciones de pago porque tiene los activos inmovilizados.

La insolvencia puede ser entonces:

Actual, cuando el deudor no puede hacer frente a sus obligaciones económicas.

Puede tratarse de una situación temporal porque la empresa no tiene activos líquidos en ese momento para pagar las deudas, pero sí tiene patrimonio.

En estos casos el deudor tiene la obligación de solicitar el concurso voluntario de acreedores en el plazo de dos meses desde que tiene conocimiento de la situación de insolvencia.

•  Inminente, cuando la empresa prevé que no va a poder cumplir con sus obligaciones futuras, porque no tiene activos suficientes para hacer frente a sus deudas ni a corto, medio o largo plazo.

•  Probabilidad de insolvencia, cuando sea objetivamente previsible que, de no alcanzarse un plan de reestructuración, el deudor no podrá cumplir regularmente sus obligaciones que venzan en los próximos dos años.

Declaración de insolvencia de empresas: cuándo procede y cómo se tramita

La declaración de insolvencia de una empresa procede cuando no puede pagar sus deudas ni cumplir con sus obligaciones económicas por falta de liquidez.

Para saber si una empresa es insolvente es necesario hacer un análisis económico y financiero de su estado para determinar su situación y valorar si es posible salvarla o tiene que declararse en situación de quiebra.

Los Juzgados mercantiles son los competentes para determinar la declaración de insolvencia de una sociedad.

Esta situación de dificultad económica afecta a todos los miembros de la empresa:

  • Al empresario, los socios y los administradores.
  • A los proveedores.
  • A los empleados, que pueden verse afectados por un despido en caso de cierre.


El procedimiento jurídico que se inicia a partir de la declaración de insolvencia de una empresa es el concurso de acreedores.

Cuando se llega a este punto, es muy importante que la empresa cuente con ayuda legal de un abogado experto en insolvencias y reestructuraciones.

Cómo tramitar la declaración de insolvencia de una empresa

Con un buen asesoramiento jurídico financiero, una empresa con dificultades de liquidez puede salir adelante evitando la quiebra y las posibles responsabilidades para socios y administradores.

El objetivo que se persigue es encontrar los mecanismos legales que permitan a la empresa cumplir con sus obligaciones económicas, mantener su viabilidad y asegurar su continuidad.

¿Qué pasos debe seguir la empresa que se enfrenta a una declaración de insolvencia?

Antes de nada, es imprescindible que un experto en insolvencias y reestructuraciones empresariales ayude y asesore a la empresa desde el primer momento.

¿Qué pasos deben darse?

Detectar el problema de insolvencia

Es recomendable hacerlo cuanto antes mejor una vez que empiezan a producirse incumplimientos económicos o impagos de deudas, para evitar que la situación se agrave.

Cuando comienzan a acumularse obligaciones tributarias sin pagar o embargos que afectan al patrimonio de la empresa, es necesario reaccionar y determinar lo antes posible el tipo de insolvencia.

Establecer un plan de medidas que eviten una agravación del estado de insolvencia

Una vez detectado el problema, es necesario implementar medidas correctivas y un plan de reestructuración para tratar de reconducir la situación de insolvencia de la empresa.

Acudir al Concurso de Acreedores

Si ninguna de estas opciones es viable o suficiente, es necesario acudir al concurso de acreedores.

Se trata de un proceso judicial dirigido a resolver la situación de insolvencia y falta de liquidez de la empresa, que se tramita en un Juzgado Mercantil.

Podemos decir que cumple una finalidad social, porque trata de evitar siempre que sea posible la desaparición por quiebra de una empresa, manteniendo su continuidad.

Si no puede resolverse la situación de insolvencia de la empresa se procede a su liquidación, cesando en su actividad.

Los administradores de la empresa tienen que realizar la declaración del concurso de acreedores en el plazo de los dos meses siguientes a la fecha en que se conozca su situación de insolvencia.

El concurso de acreedores se puede declarar:

  • A instancia de la propia empresa deudora (concurso voluntario)
  • A instancia de los acreedores (concurso necesario).


Es necesario demostrar la situación de insolvencia de la empresa, aportando, entre otros documentos el listado de acreedores, un inventario con los bienes y derechos que forman el patrimonio y una memoria económica y jurídica.  

Las fases de un concurso de acreedores se definen en el artículo 508 de la Ley Concursal, y son cuatro: la fase común, la de convenio, la de liquidación y la de calificación.

Es imprescindible que la empresa cuente con la ayuda de un abogado experto en Derecho Mercantil para que el procedimiento se tramite con todas las garantías legales.

La responsabilidad de los administradores en la declaración de insolvencia de la empresa

Cualquier administrador de una empresa se enfrenta a una doble preocupación en una situación de insolvencia:

  • Por un lado, no poder mantener la continuidad del negocio.
  • Por otro, el temor a posibles responsabilidades derivadas de ese mal momento económico.


En este último sentido, es habitual que los acreedores de una empresa en una situación de endeudamiento ejerciten contra sus administradores la denominada “Acción de responsabilidad por deudas”.

Esta acción, prevista en el artículo 367 de la Ley de Sociedades de Capital, está directamente relacionada con la obligación de los administradores de:

  Convocar Junta General para que, si procede, adopte el acuerdo de solicitar la disolución de la sociedad por las causas previstas en la Ley.

  Solicitar el concurso de acreedores cuando en los dos meses siguientes a conocer la situación de insolvencia de la empresa.

Si no lo hacen así, los administradores de una sociedad podrían responder solidariamente de las deudas de la empresa con su propio patrimonio personal, si existiera mala fe o se contravenga lo establecido en los Estatutos Sociales.

Las posibles responsabilidades de los administradores, socios y directivos de una empresa pueden defenderse cuando la sociedad cuenta con ayuda legal especializada de expertos en insolvencias empresariales.

¿Hace falta un abogado para tramitar la declaración de insolvencia de una empresa?

Nuestra recomendación es siempre SÍ, para gestionar adecuadamente las consecuencias legales, patrimoniales y económicas que va a tener para tu negocio la declaración de insolvencia.

Un problema financiero de una empresa o una crisis económica mal gestionada puede provocar su quiebra y afectar al patrimonio personal de empresarios, socios y administradores.

Sin embargo, la ayuda de un abogado experto en insolvencias y reestructuraciones permite a la empresa detectar el problema a tiempo y establecer un plan de reestructuración para salir del endeudamiento y recuperarse.

La crisis sanitaria provocada por la Covid19 provocó que muchas empresas tuvieran que enfrentarse a declaraciones de insolvencia complejas.

Otros muchos negocios vieron cómo se ponía en peligro el cumplimiento de acuerdos extrajudiciales de pago.

La situación económico financiera de hoy en día requiere que empresas y negocios cuenten con la ayuda de abogados expertos en insolvencias para garantizar su supervivencia y continuidad. 

¿Tu empresa está pasando por una situación económica difícil y tienes dudas sobre la declaración de insolvencia?

Somos expertos en Reestructuraciones e Insolvencias y podemos ayudarte.

Contacta aquí con Antonio Almendros Abogados y cuéntanos qué necesitas en una consulta sin compromiso.

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