La venta de la unidad productiva concursal se ha posicionado con fuerza como una alternativa a tener en cuenta para todas aquellas empresas que pasan por un momento financiero complicado.
Esta opción trae consigo importantes beneficios no solo para la propia compañía concursada, sino también para el comprador de la unidad productiva, para los acreedores, y para los trabajadores de la empresa en concurso.
Pero, además, permite mantener la actividad empresarial de todas aquellas unidades productivas que son viables desde el punto de vista económico, ayudando a conservar el tejido empresarial y la riqueza.
La reciente reforma de la Ley Concursal ha destacado la importancia de promover la continuidad empresarial, siendo la transmisión de la unidad productiva una vía para constituir negocios que funcionen con independencia y aporten valor a la economía general.
Si tu empresa se encuentra en una situación económica difícil y estás valorando la venta de unidades productivas, como abogados expertos en insolvencias y reestructuraciones empresariales podemos ayudarte.
Podemos definir la unidad productiva de una empresa como un conjunto de medios y recursos organizados humanos y/o materiales que actúan entre sí para desarrollar una actividad económica, y que pueden funcionar de manera autónoma y transmitirse de una empresa a otra.
Un ejemplo de unidad productiva de una empresa sería un conjunto de maquinaria, los materiales utilizados en ella y los trabajadores que las manejan, que se puede separar de la empresa y funcionar de forma autónoma sin depender de nada más.
Muchas empresas viven una situación financiera compleja propiciada por la reciente pandemia y sus desastrosas consecuencias para los negocios, la guerra de Ucrania que afecta a la economía mundial, y la perspectiva de una posible recesión económica.
Pese a los ERTE, los créditos ICO y otras ayudas, hay un gran número de compañías que se enfrentan a un escenario de insolvencia que deben resolver para evitar una liquidación concursal.
La venta de la unidad productiva se convierte en un mecanismo que puede salvar muchas de esas empresas, ayudando también a conservar los puestos de trabajo.
¿En qué consiste la venta de la unidad productiva de una empresa?
Básicamente, consiste en transmitir ese conjunto de medios y recursos humanos y/o materiales que forman una entidad económica autónoma, siempre y cuando ese conjunto tenga un valor superior al que tendrían esos medios por separado.
El tercero comprador de la unidad productiva adquiere ese conjunto de activos de la empresa necesarios para el desarrollo de la actividad pagando un precio por ellos, pero sin asumir las deudas o pasivos de la compañía salvo en excepciones muy concretas.
La venta de la unidad productiva puede hacerse a cualquier persona tanto física como jurídica y también a los propios trabajadores, salvo los relacionados directamente con la empresa deudora (familiares directos, propietarios de la empresa…) y el administrador concursal.
El proceso de venta de la unidad productiva se puede realizar en cualquier fase del procedimiento concursal (fase común, de convenio o de liquidación), pero también puede realizarse antes si se acude al mecanismo del denominado prepack concursal.
En este último caso el comprador de la unidad productiva se busca antes del procedimiento concursal, y es un experto independiente nombrado por el Juez quien supervisa y selecciona las ofertas de posibles compradores de las unidades productivas.
También es posible vender la unidad productiva de una compañía en situación de insolvencia inminente en una operación de reestructuración de empresas.
Es fundamental que la compañía acuda a este tipo de procedimientos con un buen asesoramiento de un abogado experto en insolvencias, para tener bien controlado el proceso de venta de la unidad productiva.
Los beneficios de la venta de la unidad productiva concursal
El mecanismo de la venta de la unidad productiva concursal puede ser la solución para salvar muchas empresas en situación de endeudamiento, además de contar con otros beneficios, destacando:
➯ Se conserva el empleo: los puestos de trabajo se conservan al mantenerse operativa la unidad productiva, y ello beneficia tanto a los trabajadores como a la economía, evitándose el cierre total de la empresa.
➯ La actividad económica continúa: con la venta de la unidad productiva la empresa sigue funcionando en unas nuevas condiciones y esto beneficia a los clientes, a los proveedores y al mercado en general.
➯ Se incrementa el valor de los activos: como la unidad productiva se vende en bloque es posible conseguir un precio superior al que se obtendría con la venta individual de los activos, y ello favorece el interés de los acreedores.
➯ La empresa que vende la unidad productiva reduce su pasivo y obtiene activos con los que hacer frente al pago de las cantidades debidas a sus acreedores, quienes a su vez tienen más posibilidades de cobrar sus deudas.
➯ Se reducen costes procesales: con la venta de la unidad productiva se evita el cierre de la empresa y la liquidación de sus activos por separado, y de esta forma se reducen los costes asociados al procedimiento concursal.
➯ Se protege a los acreedores: con la venta de la unidad productiva la compañía obtiene unos ingresos que le permiten cubrir parte de las deudas pendientes con sus acreedores.
➯ El procedimiento de venta de unidades productivas es más ágil y rápido que proceder a la liquidación de la empresa, y esto agiliza también la resolución del concurso.
Algún inconveniente en la venta de la unidad productiva
Aunque la venta de unidades productivas se perfila como una solución para muchas empresas en situación de insolvencia y sus beneficios son múltiples, también conviene valorar algunos posibles inconvenientes que podrían darse en casos concretos:
➡️ Dificultad para encontrar compradores interesados en comprar la unidad en su totalidad, lo que podría provocar una fragmentación de los activos y por tanto una disminución del valor de la venta.
➡️ Desconfianza por parte de posibles compradores si la compañía mantiene litigios pendientes, que provoque una limitación de las ofertas.
➡️ La posibilidad de que se pierdan puestos de trabajo si el comprador decide reducir la plantilla al acometer una reestructuración empresarial.
➡️ Un proceso de venta de unidades productivas excesivamente largo o complejo puede provocar un desgaste tanto para los empleados como para los acreedores del concurso.
Nuestra recomendación como abogados expertos en insolvencias es valorar estos posibles inconvenientes con mucha cautela, porque son más las ventajas y beneficios que pueden conseguirse con este tipo de procesos.
La venta de la unidad productiva concursal a partir de la reforma concursal de la Ley 16/2022
Con la entrada en vigor de la Reforma del Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC) para la transposición de la Directiva Europea 2019/1023 de 20 de junio de 2019 se persigue salvar más empresas de un proceso concursal a través de medidas de reestructuración más efectivas.
En este sentido, una de las novedades que más se está utilizando es, precisamente, el proceso de venta de la unidad productiva concursal, que ya se utilizaba antes de la reforma, pero que está ganando fuerza por ser una solución muy eficaz para salvar empresas.
En esta línea la Ley Concursal busca dos objetivos claros:
✔ Por un lado, proteger los intereses de los acreedores.
✔ Por otro, mantener la actividad empresarial de la compañía deudora, evitando su liquidación y la pérdida de puestos de trabajo.
Ambos objetivos se consiguen con la venta de la unidad productiva, definida en los artículos 215 y siguientes del TRLC, que permite en muchos casos solucionar la situación de insolvencia de la empresa y maximizar el producto de la venta de los activos, lo que repercute en la satisfacción de los acreedores.
En resumen, con la venta de la unidad productiva en cualquier fase pre-concursal o concursal es posible:
➯ Mantener la continuidad del negocio: se salva así la parte de la empresa que es rentable (la unidad productiva).
➯ Conservar los puestos de trabajo de los empleados adscritos a esa unidad productiva.
➯ Incrementar las posibilidades de los acreedores de cobrar sus deudas.
➯ Maximizar el valor de la masa activa de la compañía a la vez que se reduce su pasivo.
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Antonio Almendros Abogados es una firma legal especializada en exclusiva en situaciones de insolvencia y crisis financieras en el ámbito empresarial.
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